Este domingo 24 de julio, en vísperas de la conmemoración de San Joaquín y Santa Ana (abuelos de Jesús), se celebra la Segunda Jornada Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores con el tema "EN LA VEJEZ TODAVÍA DARÁN FRUTO" (Sal 92, 15), donde se anima a ser "artífices de la revolución de la ternura". 

Expresa el Santo Padre… “El versículo del salmo 92 «en la vejez seguirán dando frutos» (v. 15) es una buena noticia, un verdadero “evangelio”, que podemos anunciar al mundo. Esto va a contracorriente respecto a lo que el mundo piensa de esta edad de la vida; y también con respecto a la actitud resignada de algunos ancianos que siguen adelante con poca esperanza y sin aguardar ya nada del futuro. El mismo salmo -que descubre la presencia del Señor en las diferentes estaciones de la existencia- nos invita a seguir esperando. Al llegar la vejez, Él seguirá dándonos vida y no dejará que seamos derrotados por el mal. Confiando en Él, encontraremos la fuerza para alabarlo cada vez más y descubriremos que envejecer no implica solamente el deterioro natural del cuerpo o el ineludible pasar del tiempo, sino el don de una larga vida. ¡Envejecer no es una condena, es una bendición!”

 

En palabras del Pontífice… “Hay una nueva misión que nos espera y nos invita a dirigir la mirada hacia el futuro. «La sensibilidad especial de nosotros ancianos, de la edad anciana por las atenciones, los pensamientos y los afectos que nos hacen más humanos, debería volver a ser una vocación para muchos. Y será una elección de amor de los ancianos hacia las nuevas generaciones». Es nuestro aporte a la revolución de la ternura, una revolución espiritual y pacífica a la que los invito, queridos abuelos y personas mayores, a ser protagonistas”.