7 DE
AGOSTO
SAN
CAYETANO
Glorioso
San Cayetano, te imploramos por el pan y el trabajo de todas las familias, para
que quienes lo tengan, puedan conservarlo y para quienes no lo tienen, lo
encuentren.
San Cayetano, tú fuiste un verdadero modelo de virtudes entre los sacerdotes de tu tiempo. Nunca buscaste recompensa o pago alguno por tu ministerio y enseñaste a las personas a rezar el Rosario y a desarrollar el hábito de las devociones a los santos.
Tú fuiste verdaderamente un pastor
espiritual y tu preocupación estuvo dirigida siempre a la salvación de las
almas. Pero a pesar de todo esto, también sabías que con los estómagos
hambrientos, los fieles tendrían serias dificultades en la comprensión de la
Palabra de Dios.
Te embarcaste en la hermosa aventura de
ayudarlos, no sólo dándoles pan, sino ayudándolos a ganarse la vida mediante el
trabajo digno.
“Dios de todo consuelo, Padre misericordioso, que ves en lo
secreto y conoces nuestras necesidades, te pedimos, oh Señor nuestro, por
intercesión de San Cayetano, que nos ayudes a vivir siempre en tu amor y en el
de nuestros hermanos y así nos otorgues la gracia de que no nos falte el pan y
el trabajo de cada día.
Oh glorioso San Cayetano, confiamos en la providencia de Dios y en
tu providencia de intercesión”.