2 DE NOVIEMBRE
CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS
El 2 de noviembre es el día
de la conmemoración de los fieles difuntos. Es día de oración y de recuerdo
hacia ellos. Es el día en el que la piedad del pueblo fiel visita los
cementerios y recuerda y reza por los familiares y amigos difuntos.
La
conmemoración litúrgica de los fieles difuntos es complementaria de la
solemnidad de Todos los Santos. El camino de la santidad, es el cielo, la vida
para siempre. Y su inexcusable puerta es la desaparición física y terrena, la
muerte.
La muerte
es, sin duda alguna, la realidad más dolorosa, más misteriosa y, a la vez, más
insoslayable de la condición humana. Sin embargo, desde la fe cristiana, esta
realidad se ilumina y se llena de sentido. Dios, al encarnarse en Jesucristo,
no sólo asumió la muerte como etapa necesaria de la existencia humana, sino que
la transcendió, la venció.
La
muerte es dolorosa, sí, pero para el cristiano ya no es el final del camino. La
muerte es la llave de la vida eterna.
En el
Evangelio y en todo el Nuevo Testamento, encontramos la luz y la respuesta a la
muerte. Como el testimonio mismo de Jesucristo, muerto y resucitado por y para
nosotros.
También el día de los difuntos
es ocasión para recordar el estadio intermedio al cielo: el purgatorio, y la necesidad
de rezar por las almas allí presentes para que pronto pasen al gozo eterno de
la visión de Dios.