8º DÍA. Miércoles 30 de junio.

 Lema: “Unidos a María y José rezamos por el fin de la pandemia”

Quien pide gracia sin María, trata de volar sin alas… (SAMG)

 

 “Quisiera que emplearan su inteligencia, su lengua, su vida entera para alabar, bendecir y hacer conocer a María...”

“Confíen en María, abandónense en sus manos con toda confianza... Ella es Madre tan tierna y bondadosa que no puede ver las miserias de sus hijos sin remediarlas. Madre de Misericordia no puede permitir que se pierda ni uno solo de sus hijos que confían en Ella... “(S A M G).

 


Madre, te ofrecemos el olivo, símbolo de tu paz y suavidad.

 

 

Oración inicial para todos los días:

Oh María que por tu virginidad fecunda fuiste hecha por el Espíritu Santo, “Huerto Cerrado y Fuente Sellada”, porque tu corazón perteneció única y enteramente a Dios, vuelve sobre nosotros tu mirada de Madre.

Por el amor particular con que te has manifestado como Huerto fecundo de gracia para nuestra salvación, alcánzanos de tu Hijo, que tienes en tus brazos, una continua conversión del corazón, un creciente amor a la voluntad del Padre y una solícita caridad hacia los hermanos. Amén.

Gianelli insiste siempre  en que la auténtica devoción a María se alimenta de “signos y prácticas”. Por esto, además de la imitación de sus virtudes recomienda: el rezo del Rosario, hacer las novenas preparatorias a sus fiestas y el Mes de María; tener una imagen de María  siempre a la vista para contemplarla en todo momento; el recurso frecuente a su intercesión; la consagración, el uso de su medalla…

Todo lo que Gianelli aconseja a los demás lo vive él mismo... Su amor ardiente a María lo lleva a la imitación de sus virtudes y a entregar su vida, no sólo a extender su devoción, sino a hacer de ella un himno de alabanza a Dios.

Entre las tantas advocaciones de la Virgen, el cariño especial de Gianelli es para  María del Huerto. Las características de  la pintura de María, en su cuadro del Santuario de Chiávari, lo fascinan.

Cuando Gianelli ya lo ha entregado todo, llega el momento de rendirse a la Voluntad de Dios: una grave enfermedad pone en peligro su vida. Los chiavareses, le obsequian un cuadro de la Virgen del Huerto, para colocarlo a los pies de la cama. Contemplando la imagen  de la Virgen, escribe: “María, si eres tan hermosa por un mortal pintada, ¿qué será contemplar tu rostro, Hija de Dios, tan amada”? Es como un grito de nostalgia de estar con la Virgen y contemplar su rostro, intuyendo su próximo  fin. Muere dos días después,  el 7 de junio de 1846.

 

En este día queremos rezar por los obispos, presbíteros, diáconos y religiosos/as. Pidamos a la Virgen del Huerto que interceda ante su Hijo para que suscite nuevas vocaciones sacerdotales y consagradas. Pidámosle que envíe más obreros a la mies del Señor.

 

Oración final para todos los días.

Oh María, ábrenos tu divino Huerto y entraremos en él, atraídos de la celestial fragancia de tus virtudes, nos sentaremos bajo la sombra de tu amparo y protección y nos saciaremos de sus frutos.

Fuente sellada y pura eres, no permitas que se seque jamás en nuestra alma la flor de tu devoción y el fruto de tu amor a Jesucristo.

Desde tu trono de gloria ruega a tu Divino Hijo para que seamos prudentes, aprendamos la sabiduría y marchemos siempre por el camino de la justicia.

Virgen del Huerto, tus hijos somos, concédenos oír tu voz y contemplar tu rostro bellísimo. Amén.