El Papa Francisco, en muchas ocasiones, ha
resaltado la importancia de contar con amigos en
quien confiar, con quien reír, llorar y compartir
toda la vida.
Un amigo fiel –dice la Biblia– es un refugio seguro;
el que lo encuentra halla un tesoro. Nada vale
tanto como un amigo fiel; su precio es incalculable.
Sin embargo, esto no nace de un día para el otro y, como dice el Santo Padre: “La amistad es algo
hondo”. “Es necesaria la paciencia para forjar una
buena amistad entre dos personas. Mucho tiempo
de hablar, de estar juntos, de conocerse, y ahí se
forja la amistad. Esa paciencia en la cual una
amistad es real, sólida”.
El Papa Francisco nos anima a ser verdaderos
amigos de nuestros amigos, amigos al estilo de
Jesús. Nos anima a contagiar, desde donde
estemos, la amistad de Jesús por el mundo.