En el marco del Centenario de nuestro colegio hemos entronizado la imagen del Cura Brochero, les compartimos fotos de esta hermosa celebración.
Los santos manifiestan de muchos modos la presencia potente y transformadora del Resucitado. Seguir su ejemplo, recurrir a su intercesión, entrar en comunión con ellos, nos une a Cristo, del cual, como de la Fuente y la Cabeza, emana toda la gracia y toda la vida del mismo Pueblo de Dios. La santidad, la plenitud de la vida cristiana no consiste en el realizar cosas extraordinarias, sino en la unión con Cristo, en el vivir sus misterios, en el hacer nuestras sus actitudes, sus pensamientos, sus comportamientos.
El Concilio Vaticano II, en la Constitución sobre la Iglesia, habla con claridad de la llamada universal a la santidad, afirmando que nadie está excluido.
Pero permanece la pregunta: ¿Cómo podemos recorrer el camino de santidad, responder a esta llamada? ¿Puedo hacerlo con mis fuerzas? La respuesta está clara:una vida santa no es fruto principalmente de nuestro esfuerzo, de nuestras acciones, porque es Dios, el tres veces Santo (Is. 6,3), que nos hace santos, y la accióndel Espíritu Santo que nos anima desde nuestro interior, es la vida misma de Cristo Resucitado, que se nos ha comunicado y que nos transforma".