Hoy se celebra la fiesta de la Sagrada
Familia y la Iglesia nos invita a mirar a José, María y al Niño Jesús, quienes
desde un principio tuvieron que enfrentar peligros, pero demostrando que
siempre el amor puede más. Ellos son reflejo de la Trinidad y modelo de toda
familia.
La fiesta de la Sagrada Familia, que se celebra dentro de la Octava de
Navidad, es una celebración que motiva a profundizar en el amor familiar,
examinar la propia situación del hogar y buscar soluciones que ayuden a ser
cada vez más como la Familia de Nazaret.
La familia es signo del diálogo Dios – hombre. Padres e hijos deben
estar abiertos a la Palabra y a la escucha, sin olvidar la importancia de la
oración familiar que une con fuerza a los integrantes de la familia.
San Juan Pablo II recomendaba mucho el rezo del Santo Rosario dentro de
las familias y tenía muy presente aquella frase que dice: “la familia que reza
unida, permanece unida”.