Respecto al nombramiento de Gianelli como

Obispo, su confesor manifestó que, se había

encontrado con él durante la misión de Ginestra y

hallándolo “algo afligido y pensativo” le preguntó

qué le pasaba. Gianelli le confió que estaba

preocupado por su nombramiento, que había

intentado esquivar, haciendo saber al Rey que “se

sentía inspirado para formar una Congregación de

sacerdotes que atiendan a las misiones y al cultivo

de los seminarios”. Se trata, de la Congregación de

los Oblatos de San Alfonso, que Gianelli funda en

Bobbio.

El domingo 6 de mayo de 1838, en la Catedral de

Génova, Antonio María Gianelli fue consagrado

Obispo de Bobbio, por el Cardenal Tadini. Del

solemne rito queda un solo comentario hecho por

el Rector del Seminario de Génova, antiguo alumno

de Gianelli y confidente suyo. Al volver de la

ceremonia, dijo a

los clérigos: “Hoy han

consagrado Obispo a un santo”