Toda
la cristiandad, en las más variadas lenguas, ha dado en llamar a la noche del
24 al 25 de diciembre "Nochebuena". Es que el Hijo de Dios, hecho
hombre en el seno de María Virgen por obra y gracia del Espíritu Santo, nació
en una noche como ésta en Belén, sin más testigos que José y María y un coro de
ángeles que saludaron con cánticos su aparición en la tierra. Este nacimiento
del hijo de María y del Hijo de Dios es lo que principalmente se celebra en
Nochebuena, en la Misa llamada “del gallo" porque se celebraba
antiguamente justo al primer canto del gallo. Esta es también tradicionalmente
la noche de la familia, que después de la misa se reúne alrededor de la mesa
para celebrar la noche más santa y más pura del año.
“El nacimiento de Jesús es la novedad que nos permite
renacer cada año, para encontrar en él la fuerza para afrontar cada prueba. Sí,
porque su nacimiento es para nosotros: para mí, para ti, para cada uno”. Papa
Francisco.