“…la música crea puentes, acerca a las
personas, incluso a los más distantes; no conoce barreras de nacionalidad,
etnia, color de piel, sino que envuelve a todos en un lenguaje superior, y
consigue siempre sintonizar a personas y grupos de muy diferentes
procedencias".
La más
célebre de las vírgenes y mártires romanas, nació en la capital del imperio, en
una noble familia. Desde muy niña consagró a Dios su virginidad. Obligada a
casarse con Valeriano, joven pagano, lo persuadió de que la respetase y se
hiciese cristiano. Luego catequizó y convirtió también a Tiburcio, hermano de
Valeriano. Poco después el prefecto Almaquio ordenó matar a Cecilia, que fue
decapitada en su propio palacio el año 238. Ese palacio se convirtió, con el tiempo,
en una de las iglesias más antiguas de Roma. Santa Cecilia es honrada
universalmente como patrona de la música, los músicos y los cantores.
¿Por
qué Santa Cecilia es la patrona de los músicos?
Se dice que el día de su matrimonio,
mientras los músicos tocaban, ella cantaba a Dios en su corazón. Es importante
recordar que ella no deseaba casarse.
El Papa Gregorio XIII la nombró patrona de
los músicos porque había demostrado una atracción irresistible hacia los
acordes melodiosos de los instrumentos. Su espíritu sensible y apasionado por
este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música.