Martín de Güemes nació en Salta el 8 de
febrero de 1785. Hasta sus catorce años repartió su vida entre los estudios
primarios, sus tareas como cadete del 3º Batallón y la ayuda que prestaba a su
padre en la Tesorería de la Real Hacienda, quien allí cumplía la función de
Tesorero Ministro. En 1805 lo trasladan a Buenos Aires para incorporarse a las
filas que combatían la invasión inglesa. Empezaba para Güemes una carrera y un
desempeño militar que luego figurarían en las páginas de la historia argentina.
Cumplió funciones y roles estratégicos en batallas y lugares cruciales como la
Quebrada de Humahuaca, donde evitó la comunicación entre los realistas del Alto
Perú y Córdoba; la batalla de Suipacha, la guerra gaucha y en la defensa de la
capital del Virreinato. Además, ocupó la gobernación de Salta entre 1815 y
1821.
Belgrano
lo envió, en 1812, a Santiago del Estero; San Martín, en 1814, le asignó el
mando de las milicias salteñas y campesinas, en las que ejerció gran desempeño
y logró el mérito necesario para luego ser nombrado Teniente Coronel de
Ejército; en 1815, fue elegido por el Cabildo de Salta gobernador de esa
provincia; por su parte, Pueyrredón le encomendó, en 1816, la defensa de las
provincias y la seguridad del Ejercito Auxiliar del Alto Perú. En 1817, tras
vencer a José de la Serna, Güemes fue ascendido a Coronel Mayor por
designación, nuevamente, de Pueyrredón. En 1820, San Martín lo solicita como
auxiliar para la campaña de liberación del Perú y en 1821 Güemes decidió
delegar su poder en la gobernación y dedicarse exclusivamente a organizar la
Expedición para liberar el Alto Perú y auxiliar a San Martín.
El
7 de junio de 1821, Güemes resultó herido en una emboscada realizada por tropas
españolas y con la cual éstos sitiaron
la provincia de Salta. Días después, ya agonizando y acompañado por sus
soldados fieles y compañeros de batalla en sus últimas horas, Martín de Güemes
ordenó al coronel Jorge Enrique Vidt que lo reemplazara y siguiera la lucha
contra los españoles.
El
17 de junio de 1821, muere luego de varios días de sufrimiento y agonía.
Actualmente, sus restos yacen en el panteón de Las Glorias del Norte, en la
Catedral de Salta.