Antonio María Gianelli a los 19 años entró
al seminario, y cuatro años después fue ordenado sacerdote. Profesor de
literatura y de retórica, tuvo entre sus alumnos jóvenes que después brillaron
en el firmamento cristiano.
El 23 de mayo de 1812, en la Iglesia de
Nuestra Señora del Carmen de Génova, radiante de luz, dejando atrás todos los
sacrificios de una espera anhelante, a la edad de 23 años, Antonio María
Gianelli fue ordenado sacerdote. Al día siguiente, fiesta de la Santísima Trinidad,
celebró su primera misa.
Su camino estaba trazado y se aprestaba a
recorrerlo todo en la total entrega al Señor. Dios, sobre todo, por encima de
los hombres y de las cosas, incluso de su propia vida.
Así, se perfila nítida la espiritualidad
de Gianelli: fuerte en la fe, radicado en la caridad. Es "el Santo de
Hierro", como lo llamarían los conocidos.