San Antonio María Gianelli nace el 12 de
abril de 1789 en Italia, en Cerreta, en la provincia de La Spezia. La suya era
una familia de campesinos la cual lo forma a en una vida simple, esencial,
austera, y lo ayuda a abrirse a los valores auténticos, a una vida genuina.
Desde pequeño, en su familia aprende que
todos estamos llamados a ser santos, que todos podemos llegar a serlo si lo
queremos, y que el camino hacia la santidad se recorre en lo cotidiano. Este
mismo estilo de vida exigirá más tarde a sus "Hijas espirituales".
Inicia sus estudios bajo la guía del
Párroco (a 5 km. de su casa). Hasta los 18 años su vida transcurre entre el
estudio, la oración, el catecismo, el trabajo y las obras de caridad. Con la
ayuda de una rica señora de Génova, propietaria de los terrenos cultivados por
sus padres, entra en el seminario de Génova.
Fue ordenado Sacerdote en mayo de 1812. Como
Sacerdote y profesor de retórica, transcurre sus primeros años de sacerdocio
trabajando intensamente y preocupándose especialmente por la buena formación de
los jóvenes sacerdotes.
En Chiavari, es el sacerdote para todos,
atento a las necesidades de los últimos: sea de sus necesidades materiales como
de aquellas espirituales. En estos años de servicio, la caridad lo lleva a
pensar en grande. La necesidad de proveer es fuerte, no puede permanecer
mirando sin comprometerse concretamente.
A todo y a todos quisiera dar una
respuesta. Por esto busca colaboradores: allí donde él no llega pueden llegar
otros y así, de esta urgencia interior, de este celo pastoral por su rebaño,
nacen Las Hijas de María Santísima del Huerto el 12 de enero de 1829.
Gianelli afirma que su único modelo
es Jesús, Buen Pastor y Él mismo lo ha sido como Sacerdote, Fundador y Obispo.
Fue nombrado Obispo de Bobbio, el 6 de mayo de 1838, pero ni siquiera este
difícil ministerio apaga en él el gran fuego misionero; aumenta en efecto, con
celo incansable, su desempeño en las misiones populares.
Consumado por las fatigas apostólicas, más
que por la enfermedad, muere en Piacenza el 7 de junio de 1846.
La Iglesia lo cuenta entre sus
Santos desde el 21 de octubre de 1951.
Oremos para que, como Familia Gianellina, podamos ser, sentir y vivir el perfume de la
vida y de la obra de San Antonio María Gianelli en el mundo de hoy.