21 DE OCTUBRE

SOLEMNIDAD DE SAN  ANTONIO MARÍA GIANELLI


San Antonio María Gianelli nace el 12 de abril de 1789 en Italia, en Cerreta, en la provincia de La Spezia. La suya era una familia de campesinos la cual lo forma a en una vida simple, esencial, austera, y lo ayuda a abrirse a los valores auténticos, a una vida genuina.

Desde pequeño, en su familia aprende que todos estamos llamados a ser santos, que todos podemos llegar a serlo si lo queremos, y que el camino hacia la santidad se recorre en lo cotidiano. Este mismo estilo de vida exigirá más tarde a sus "Hijas espirituales".

Inicia sus estudios bajo la guía del Párroco (a 5 km. de su casa). Hasta los 18 años su vida transcurre entre el estudio, la oración, el catecismo, el trabajo y las obras de caridad. Con la ayuda de una rica señora de Génova, propietaria de los terrenos cultivados por sus padres, entra en el seminario de Génova.

Fue ordenado Sacerdote en mayo de 1812. Como Sacerdote y profesor de retórica, transcurre sus primeros años de sacerdocio trabajando intensamente y preocupándose especialmente por la buena formación de los jóvenes sacerdotes.

En Chiavari, es el sacerdote para todos, atento a las necesidades de los últimos: sea de sus necesidades materiales como de aquellas espirituales. En estos años de servicio, la caridad lo lleva a pensar en grande. La necesidad de proveer es fuerte, no puede permanecer mirando sin comprometerse concretamente.

A todo y a todos quisiera dar una respuesta. Por esto busca colaboradores: allí donde él no llega pueden llegar otros y así, de esta urgencia interior, de este celo pastoral por su rebaño, nacen Las Hijas de María Santísima del Huerto el 12 de enero de 1829.

            Gianelli afirma que su único modelo es Jesús, Buen Pastor y Él mismo lo ha sido como Sacerdote, Fundador y Obispo. Fue nombrado Obispo de Bobbio, el 6 de mayo de 1838, pero ni siquiera este difícil ministerio apaga en él el gran fuego misionero; aumenta en efecto, con celo incansable, su desempeño en las misiones populares.

Consumado por las fatigas apostólicas, más que por la enfermedad, muere en Piacenza el 7 de junio de 1846.

La Iglesia lo cuenta entre sus Santos desde el 21 de octubre de 195