14 DE
NOVIEMBRE
V JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES
En la
V Jornada Mundial por los Pobres, el Santo Padre nos deja una valiosa
reflexión…
Deseo que la Jornada
Mundial de los Pobres, que llega a su quinta edición, arraigue cada vez más en
nuestras Iglesias locales y se abra a un movimiento de evangelización que en
primera instancia salga al encuentro de los pobres, allí donde estén. No podemos
esperar a que llamen a nuestra puerta, es urgente que vayamos nosotros a
encontrarlos en sus casas, en los hospitales y en las residencias
asistenciales, en las calles y en los rincones oscuros donde a veces se
esconden, en los centros de refugio y acogida... Es importante entender cómo se
sienten, qué perciben y qué deseos tienen en el corazón. Hagamos nuestras las
apremiantes palabras de don Primo Mazzolari: «Quisiera pedirles que no me
pregunten si hay pobres, quiénes son y cuántos son, porque temo que tales
preguntas representen una distracción o el pretexto para apartarse de una
indicación precisa de la conciencia y del corazón. [...] Nunca he contado a los
pobres, porque no se pueden contar: a los pobres se les abraza, no se les
cuenta» (“Adesso” n. 7 – 15 abril 1949). Los pobres están entre nosotros. Qué
evangélico sería si pudiéramos decir con toda verdad: también nosotros somos
pobres, porque sólo así lograremos reconocerlos realmente y hacerlos parte de
nuestra vida e instrumentos de salvación.