Continuando nuestra reflexión sobre la “No Violencia” de Gandhi, esta semana otro gran representante de la paz se nos recuerda… San Francisco de Asis. Recemos juntos su oración por la paz.

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!

Que allí donde haya odio, ponga yo amor;

donde haya ofensa, ponga yo perdón;

donde haya discordia, ponga yo unión;

donde haya error, ponga yo verdad;

donde haya duda, ponga yo fe;

donde haya desesperación, ponga yo esperanza;

donde haya tinieblas, ponga yo luz;

donde haya tristeza, ponga yo alegría.

 

¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto

ser consolado como consolar;

ser comprendido, como comprender;

ser amado, como amar.

 

Porque dando es como se recibe;

olvidando, como se encuentra;

perdonando, como se es perdonado;

muriendo, como se resucita a la vida eterna.