El Adviento se celebra los cuatro domingos anteriores a la Navidad. Marca también el inicio del tiempo litúrgico y las vestiduras sacerdotales son de color morado. En este tiempo se nos invita a la oración, a las obras de caridad y a la austeridad.

Los cuatro domingos de Adviento que nos ofrece la Iglesia, deben ser un espacio rico para la reflexión interior, para la oración en familia en torno a la Corona de Adviento, para el reconocimiento de nuestras faltas y la reconciliación con el Señor, y para preparar el regalo que le haremos a Jesús, el verdadero centro de nuestra fiesta.

“Señor Jesús, en este tiempo de Adviento te rogamos que nos concedas un corazón vigilante, lleno de esperanza y amor por tu venida. Inflama nuestros corazones Espíritu Santo, para que llenos de valentía, permanezcamos alertas y volcados en amor hacia nuestro prójimo, esperando tu llegada. Amén”.