Muchas veces, lo que pensamos como una broma o un gesto gracioso, el otro lo siente o recibe como una ofensa o algo doloroso… Muchas veces decimos o hacemos cosas de las que luego nos arrepentimos, pero el daño ya está hecho…

Que importante es pensar antes de actuar y pedir perdón cuando es necesario.

Que seamos capaces, Señor, de ser cuidadosos con aquellos que comparten nuestro día a día en la escuela, para que todos podamos disfrutar cada jornada… ¡Que así sea!