Memoria litúrgica de la

BEATA MARÍA CRESCENCIA PÉREZ

1932-20 de mayo -2021

Celebramos hoy un nuevo aniversario de la muerte de la Beata María Crescencia Pérez.

A 89 años de su partida de este mundo, la fe de sus devotos se acrecienta y renueva en torno a su figura.

Muchos se acercan a la tumba, en Pergamino, para agrade-cer, suplicar, prometer… Pergamino es el relicario que protege su memoria. Allí descansan sus restos mortales. Allí acoge a los que, peregrinando, llegan con sus cuitas… y les habla de Dios y de su infinita misericordia. Allí todos respiran paz…

Hoy damos gracias a ese “Padre bueno que nunca abandona a sus hijos”, por el regalo de la Beata a nuestra familia gianellina. Que ella sea un estímulo para seguir siempre las hue-llas de Dios, confiados en que tiene un sueño para cada uno de nosotros, y que como comunidad y como familia, Él nos acompaña a recorrerlo.

El amor a Jesús, a la Virgen María, a su Iglesia y a los pobres y humildes, resumen el testimonio de la santidad sencilla y cotidiana de Ma. Crescencia, que la iglesia reconoció oficialmente al proclamarla “Beata” el 17 de noviembre de 2012.

Señor Dios, gracias porque nos ofreces en la Beata María Crescencia, un modelo luminoso de vida cristiana y religiosa; por su humildad profunda y ardiente caridad; concédenos que, con sencillez de espíritu, demos cada día testimonio de tu amor de Padre. Amén