“Yo querría que no pasara ni un día, ni una hora en que no os acordarais de Ella y desde lo más limpio del corazón no le enviarais una oración, un saludo, un afecto”.  SAMG

 

Oh María que por tu virginidad fecunda fuiste hecha por el Espíritu Santo, “Huerto Cerrado y Fuente Sellada”, porque tu corazón perteneció única y enteramente a Dios, vuelve sobre nosotros tu mirada de Madre.

Por el amor particular con que te has manifestado como Huerto fecundo de gracia para nuestra salvación, alcánzanos de tu Hijo, que tienes en tus brazos, una continua conversión del corazón, un creciente amor a la voluntad del Padre y una solícita caridad hacia los hermanos.

Fuente sellada y pura eres, no permitas que se seque jamás en nuestra alma la flor de tu devoción y el fruto de tu amor a Jesucristo.

Desde tu trono de gloria ruega a tu Divino Hijo para que seamos prudentes, aprendamos la sabiduría y marchemos siempre por el camino de la justicia.

Virgen del Huerto, tus hijos somos, concédenos oír tu voz y contemplar tu rostro bellísimo. Amén.