12 de abril… Dios lo ha elegido y le ha abierto un camino

 

Antonio Gianelli nace en Cereta, Italia, en una familia pobrísima que cultivaba tierras arrendadas. Sus padres fueron Santiago Gianelli y María Tosso.

 

El nacimiento de Antonio fue complicado, al punto que corrió riesgo la vida de su madre y la de él. Dios puso su mirada con singular complacencia en aquel modesto hogar, donde todas las personas cercanas, rezaban para que las dos vidas se salvaran. La gracia de Dios permitió el milagro de la vida, ambos superaron las dificultades.

 

Así fue, que el 12 de abril de 1789 nació San Antonio Gianelli, y desde ese momento el pueblo de Cereta lo llamó “el hijo de la oración”.

    

“Un testimonio viviente tiene más valor ante nuestros ojos que las más bellas fantasías y las más hábiles adaptaciones”. Si bien, con otras palabras, esto es lo que escribía en 1846, don Santiago Gianelli, sobrino del Santo.