“CRESCENCIA EN EL SUEÑO DE DIOS”

2021 - Año de San José

ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS


Oh Padre, que por tu amor a los pequeños y a los pobres, guiaste a la Beata María Crescencia, por el ca-mino de la humildad y de la sencillez, concédenos, por su intercesión, poder servir a nuestros hermanos más necesitados, con la dulzura de la caridad y la fuerza de la bondad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

Séptimo día de la novena: lunes 17 de mayo

EN CRESCENCIA EL “SÍ”, ESCUELA DE VIDA
SAN JOSÉ: PADRE EN LA OBEDIENCIA


La Hna. Crescencia tenía mucho amor a la Virgen María y ella le enseñó a ser devota del Corazón de Je-sús
Ante el progreso y gravedad de su enfermedad, fue internada durante tres meses en un hospital cercano a Vallenar, totalmente aislada para evitar el contagio. Pero las últimas semanas de su vida la pasó nuevamente en Vallenar, en su comunidad, edificando a las Hermanas con su serenidad y profunda paz interior. Dios le tenía reservadas para este momento Gracias muy especiales.
 Según las crónicas recibió en visión la visita del Fundador, San Antonio María Gianelli.
Desde la imagen de su cuadro de la Virgen del Huerto, que tenía junto a su lecho, María la bendijo a ella y a las Hermanas.  El niño Jesús hizo ademán de salir de los brazos de su Madre y María Crescencia extendió los suyos para recibirlo.

En cada circunstancia de su vida, José supo pronunciar su “SI” a Dios, como María en la Anuncia-ción y Jesús en Getsemaní.

José, en su papel de cabeza de familia, enseñó a Jesús a ser sumiso a sus padres, según el man-damiento de Dios

En la vida oculta de Nazaret, bajo la guía de José, Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre. Dicha voluntad se transformó en su alimento diario (cf. Jn. 4,34). Incluso en el momento más difícil de su vida, que fue en Getsemaní, prefirió hacer la voluntad del Padre y no la suya propia y se hizo «obediente hasta la muerte y muerte de cruz”. Por ello, el autor de la Carta a los     Hebreos concluye que Jesús «aprendió sufriendo a obedecer»

Todos estos acontecimientos muestran que José «ha sido llamado por Dios para servir directamen-te a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente “ministro de la salva-ción”»

Por eso decimos que san José es padre en la obediencia. Supo vivir esta virtud con empeño y soli-daridad.
Qué importante vivir la vida espiritual con la mirada solidaria hacia nuestra familia y nuestro próji-mo.

PRECES:

A cada oración decimos: “Padre Misericordioso, escúchanos”.

•    Te pedimos por los enfermos, para que encuentren en Ti, el consuelo que necesitan. Oremos…
•    Te pedimos por todo el personal de salud, que día a día entregan su vida con amor, valentía y pro-fesionalismo. Oremos…
•    Te pedimos por los científicos y todos los que trabajan por el fin de la pandemia, para que les otor-gue conocimiento y sabiduría. Oremos…
•    Te pedimos por las familiares de los enfermos, para que Tu mirada de ternura los fortalezca. Ore-mos…

Pidiendo la canonización de nuestra Beata María Crescencia Pérez.

Padre de Jesús y nuestro, que por tu Divino Espíritu haces florecer la santidad en la Iglesia, te damos
gracias por la Beata María Crescencia que te amó con sencillez y te rogamos que la glorifiques,
para que su ejemplo e intercesión sirvan a la extensión de tu Reino y a la multiplicación de las vocaciones a la vida consagrada.
Concédenos, por su intermedio, la gracia que con humildad te imploramos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

“Corazón de Jesús, por los sufrimientos de tu Divino Corazón, ten misericordia de nosotros”.