Gracias por dedicar sus días a transmitir esa amistad tan preciosa con Jesús… Porque ser catequista es contagiar esa alegría por encontrar a Jesús en la Palabra, en los Sacramentos, pero sobre todo, en todo aquel que se cruce por tu camino… Ese prójimo que en el compartir cotidiano, te invita a que descubras en su rostro, el rostro de Jesús… Y en las cosas más sencillas… ¡En la simpleza del mate compartido! Catequista, que hoy en tu día, se renueve tu espíritu evangelizador… ¡Feliz día!